domingo, 27 de mayo de 2012

CASTIGUEMOS AL TRAIDOR

Khalil Michel, al ser juramentado por Danilo Medina, declaró que Miguel Vargas también iba a votar por el candidato del PLD.  Miguel Vargas no lo desmintió, corrobando con su silencio la crónica de su ostensible traición al Partido Revolucionario Dominicano. En los anales de la historia política electoral de la República Dominicana no se habia consumado un acto de traición tan deleznable: Un presidente de partido traicionando a su propio partido. 

Seguir hablando de la traición de Miguel Vargas es llover sobre mojado; lo que procede son las acciones para juzgar y sancionar la traición.

A la base del PRD le gustaría colgar a Miguel Vargas y a varios de sus colaboradores cercanos; pero la base no tiene fuerza para hacerse justicia, y los que fueron legitimados por el voto de la mayoría deben recurrir a los órganos estatutarios, y satisfacer al pie de la letra, exageradamente, el procedimiento para sancionar la alta traición al partido. Si no lo hace así, el Tribunal Superior Electoral se encargará de entregarle el PRD a Miguel Vargas, que sigue siendo el propósito de Leonel Fernández.

Cuando Cesare Beccaria, hace casi 250 años, sentó las bases del derecho penal moderno, con su obra De los Delitos y de las Penas, nos enseñó que: " Cuando más pronta sea la pena y más cerca  sea al delito cometido, tanto mayores serán su justicia y su utilidad."

¡Que no se postergue el juzgamiento y la sanción al crimen de alta traición cometido por Miguel Vargas!   

Sugiero a Hipólito Mejía, en su calidad de líder máximo del PRD en estos momentos, designar una comisión integrada por los mejores abogados del partido, encabezada por Esquea Guerrero, encargada del procesamiento de Miguel Vargas, por alta traición al PRD. No incluyan a nadie más, pues los demás traidores se irán detrás de su amo.

Si no se produce una sanción escarmentadora, lo más pronto posible, el PRD corre el riesgo de fraccionarse. Recuerden a Cesare Beccaria:" Cuando más pronta sea la pena y más cerca  sea al delito cometido, tanto mayores serán su justicia y su utilidad."


miércoles, 2 de mayo de 2012

GATO ENTRE MACUTO

La indignación de la mayoría del pueblo dominicano en contra del gobierno de Leonel Fernández y el mal llamado Partido de la Liberación Dominicana ha ido in crescendo; sectores conservadores que solían ser indiferentes a las cuestiones políticas se han organizado y manifestado creativamente, reclamando mayor inversión en la educación y castigo para los funcionarios corruptos. 

Leonel Fernández ha sido absolutamente indiferente a ambos reclamos: Ha apañado la corrupción rampante y protegido a los corruptos, siendo el caso más ostensible su asociación con el ingeniero Félix Bautista.

Leonel Fernández engañó a todas las organizaciones vinculadas al sector educativo, fingiendo que acogía sus sugerencias, y hasta hizo aprobar un presupuesto que él mismo se encargó de incumplir.

Dice la Biblia que así como es el jefe de un gobierno, así son los ministros, y por eso es que tenemos ministros corruptos e incumplidores, todos empeñados junto a su jefe en permanecer en el poder, controlando el Poder Ejecutivo, aunque para ello tengan que robarse las elecciones. Al fin y al cabo, pensarán, si han robado tanto, ¡qué importa un robo más!

Luego de gastar más de 50 mil millones de pesos, poner los órganos y los recursos del Estado al servicio de los candidatos oficialistas y utilizar encuestas de reconocidas firmas para influir en la percepción del electorado, el PLD no ha logrado diluir ni disminuir el sentimiento colectivo favorable al cambio, que el 63% de la población identifica con Hipólito Mejía.

Cientos de periodistas y comunicadores al servicio del gobierno de Leonel Fernández, y programas de radio y televisión creados exclusivamente para denostar a Hipólito Mejía y su pasado gobierno, no han surtido los efectos esperados.

Hipólito Mejía ganó la campaña electoral, y está haciendo un punta a punta, acercándose a la meta con muchos cuerpos de ventaja, mientras que el candidato del PLD luce abatido y sin fuerzas para intentar un rebase.

Ya sólo le quedan los órganos electorales: la JCE y el Tribunal Superior Electoral. Intentarán por todos los medios quebrantar la voluntad popular, y si les resulta imposible, por los menos crearán conflictos que magnificarán con sus medios, y una vez el pleito llegue a la jurisdicción contenciosa, los comisarios del PLD que fungen como jueces electorales se encargarán del resto.

Leonel Fernández ha demostrado que le fascinan las apariencias legales y la publicidad de las intrascendencias, sobre todo de las que satisfacen y entretienen el morbo popular, seducen a los incautos y sirven para apoderarse de las primeras planas de los medios que le sirven perrunamente; eso fue lo que hizo para montar el sainete donde él impuso sus fichas en las altas cortes.

Durante semanas el Consejo Nacional de la Magistratura, dominado absolutamente por Leonel Fernández, estuvo ridiculizando con preguntas capciosas y rebuscadas,  a los jueces y abogados que pensaron que se evaluarían objetiva e imparcialmente su  hoja de servicio, sus méritos profesionales y sus virtudes personales. Cuando terminó la pantomina se impuso el hermetismo, y a puertas cerradas el Presidente Fernández sacó sus garras e impuso sus deseos.

Ahora tenemos una repetición  del método; el montaje de las elecciones  y su transparencia ha sido exhibido y cacareado por observadores nacionales e internacionales; el diligente Presidente de la JCE trabaja con un calendario favorable, y los despachos de las valijas con los materiales se lleva a cabo  con precisión.

Como siempre ha sucedido, el pueblo acudirá a los centros de votación y durante todo el proceso la ciudadana exhibirá un comportamiento cívico, que al final será elogiado por todos. Así fue en las recién pasadas elecciones del 2010, y lo que ocurrió una vez que se cerraron lo Colegios Electorales  suscitó airadas protestas, incluso de candidatos peledeistas que fueron despojados de sus victorias, simplemente porque el sector que domina el PLD no los quería como diputados. El caso del periodista Domingo Páez es archiconocido: Ganó en lar urnas y perdió cuando distribuyeron los votos. La Junta Central Electoral se encargó de aplastarlo, validando todas las irregularidades cometidas en el escrutinio. 

Muchos todavía reaccionan intrigados, preguntándose el por qué si el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) ocupa la primera casilla en la boleta electoral, por ser el más votado en las elecciones municipales y congresionales, no obtuvo un solo senador.  El asunto se explica porque al PRD le contaron de menos y al PLD le contaron de más. Amén de que hubo colegios con más votos que los electores inscritos y algunos en donde, inexplicablemente, no hubo abstención. Las protestas y pataleos resultaron estériles.

Los mecanismos para desconocer la voluntad popular los tiene controlados el PLD. La dirigencia del PLD, con Leonel Fernández, Félix Bautista, Danilo Medina y Franscisco Javier García, "trabaja" para que el resultado final  coincida con el pronóstico de sus encuestas. Ya fijaron la abstención en un 30%. Ahora trabajan para fabricar el 51%.

Para no abultar su propia votación, la inteligencia del PLD asigna el porcentaje de sus aliados, que aparece discretamente diseminado en la geografia nacional, y en donde, por ejemplo, el "partido" de Vincho es desconocido y no tiene un solo voto, aparece con 900 o 1000 votos, distribuidos en las actas de 200 colegios.  Al final, partidos que no reúnen en conjunto el 1% de la votación, alcanzan una votación que oscilan entre un 8 y 10%. Eso se ha hecho.

En la Linea Noroeste y en el Este del país hasta las encuestas que paga el PLD reconocen ganador a Hipólito Mejía, y en el Cibao la ventaja del candidato del PRD oscila entre 12 y 15%; los candidatos oficialistas no se atreven a internarse en los barrios de Santo Domingo, y en el resto del país todavía no se han apeado de sus yipetas. Le tienen miedo al pueblo, pues conocen que la impotencia acumulada se ha convertido en animadversión popular hacia todo lo que huela a PLD y  a Leonel Fernández.

Pero una vez que baje el telón del escenario electoral, y el pueblo se recoja, sembrar el miedo militarizando el país es un recurso preventivo idóneo para desestimular las protestas. De un gobierno que se atrevió a inventar una trama para desestabilizar al gobierno haitiano, y que encontró personas dispuestas a prestarse a denunciarlo al mundo, se puede esperar cualquier cosa.

Los Colegios Electorales serán conformados con el personal que escoja y depure el PLD, a través de Roberto Rosario. Si a la emblemática Participación Ciudadana (PC), que ha sido elección tras elección, una observadora eficaz e imparcial, con méritos acumulados que la avalan con creces para  ejercer la supervisión de un proceso electoral en cualquier parte del mundo, le "depuran" su propuesta, y se intenta excluirla como observadora, para que no tenga derecho a estar presente cuando se estén contando los votos y llenando las actas en los Colegios Electorales en que esté presente, es de inferir que en la selección del personal para integrar la Mesa Directiva de los Colegios Electorales  se ha procurado que sus miembros estén afiliados o identificados con el PLD y sus candidatos.

La JCE está cerrando el cerco, y parece que hay gato entre macuto. Roberto Rosario quiere unas elecciones ejemplares en cuanto a participación, como las del 2010, pero sin transparencia en la manipulación del cómputo de los votos y la transmisión de los resultados del escrutinio. Recordemos que al  PRD le robaron 180 mil votos en las elecciones congresionales del 2010, y nadie  pudo impedirlo.  Detrás del diplomático Roberto Rosario hay un servidor incondicional a las órdenes de Leonel Fernández. 

El pueblo dominicano asiste con entusiasmo al proceso electoral y es el protagonista de la democracia callejera, pero no tiene como impedir que la burocracia que administra el escrutinio y el producto final desconozca la voluntad popular. En San José de Ocoa el pueblo salió a las calles y protestó enardecidamente el fraude de que fue víctima Pedro Alegría, y hasta en un arrebato inaudito intentó quemar el local de la Junta Municipal Electoral. Al final todo volvió a la calma y el  crimen electoral quedó consumado, bendecido, aceptado con resignación, y sepultado en el olvido. 

Como la ira popular se disipa tan pronto la muchedumbre se dispersa, en ésta oportunidad, que es la única para impedir la concretización del absolutismo fascistoide leonelista, los líderes populares y los dirigentes de organismos de base tienen que permanecer en las calles.  Cada acta de cada Colegio Electoral tiene que reflejar exactamente lo que recogió la urnas. Los que dirigen los asuntos electorales en la campaña de Hipólito Mejía deben realizar una seleccion idónea de super delegados,  que además de honestos e insobornables, estén altamente capacitados para seguir las incidencias del proceso, desde la inscripcion de los electores en el registro hasta el momento en que depositen su voto en la urna; vigilar al Presidente del Colegio y a los demás miembros, y al contar las boletas verificar que correspondan a la cantidad de sufragantes. El delegado sólo debe ausentarse del Colegio en caso de urgente necesidad, y siempre sustituido por su suplente. En los críticos Colegios Eletorales, que son los ubicados en la zona rural, donde se cometen todas las irregularidades imaginables, el trabajo para el día 20 de mayo debe comenzar por lo menos el día 15. No basta con designar un delegado para que se presente el día 20. Hay que designar un equipo de trabajo, incluyendo personas del lugar, para que visiten a todos los electores, que muchas veces viven en lugares dispersos, en lugares donde se llega a pie o a lomo de mulo.  En uno de esos colegios, en el 2010, "votó" el 97%, a pesar de que nunca antes habían votado más de un 40%.

La suma de las actas de los Colegios Electorales se depositan y son revisadas en su respectiva Junta  Municipal Electoral. Si los resultados se ofrecieran municipio por municipio se reduciría la posibilidad para el fraude. Y como la Junta  Municipal Electoral es la instancia contenciosa de primer grado en materia electoral, en ese escenario es que deben dirimirse los conflictos. Sin embargo, para perpetrar el fraude en contra del PRD en las elecciones congresionales del 2010, la Junta Central Electoral, por iniciativa del PLD y Roberto Rosario, intervinieron las Juntas  Municipales Electorales, impidiéndoles ejercer su atribución contenciosa.

Cuando la entonces Cámara Contenciosa acogió un recurso de revisión del resultado de algunos Colegios Electorales en la Provincia de Pedernales, el PLD se opuso, y la cámara retractó su decisión. El presidente de la Cámara Contenciosa fue premiado con la presidencia del Tribunal Superior Electoral.

La voluntad popular fue aplastada en las provincias de La Altagracia, María Trinidad Sanchez, El     Seibo y Bahoruco en las elecciones del 1978 por la propia Junta Central Electoral, acogiendo una iniciativa del Dr. Vincho Castillo.

Las fuerzas reaccionarias de entonces están empeñadas en repetir el "fallo histórico" del 1978; aunque resulte extraño, en el 1978 el fraude impidió juzgar a los funcionarios corruptos que se hicieron multimillonarios a través del ejercicio de la función pública durante los 12 años de la Era de Balaguer; hoy, las mismas fuerzas, luchan desesperadamente para impedir que se investiguen los actos de corrupción del gobierno de Leonel Fernández.

La rueda de la historia cumplió su ciclo y giró hasta colocarnos de nuevo en el principio. En el 1978 el pueblo se replegó y sus líderes claudicaron. Los crímenes de corrupción y de sangre quedaron impunes, y las causas que generan la injusticia social que excluye a la mayoría de los beneficios de la educación, la salud, la vivienda digna y el trabajo productivo siguen presentes. Asimilemos la lección de la historia. Hay que permanecer activos y militantes. Recuerden que Miguel Vargas es una ficha de Leonel Fernández, y está al acecho para prevalerse de su calidad para  hablar nombre del PRD, si hace falta para derrotar Hipólito Mejía.

Nos corresponde asumir tareas de vigilancia y supervisión el día de las elecciones. Impedir que los agentes y activistas del PLD influyan en los electores; reaccionar para evitar intentos de comprar cédulas u obstaculizar el ejercicio del sufragio; procurar que cada inscrito en nuestros padroncillos se convierta en un voto; ejecutar las labores asignadas, al pie de la letra, y permanecer en las cercanías del local del Colegio hasta que el acta con los resultados sea publicada... Y estar muy atentos al devenir de los acontecimientos y a las orientaciones de Hipólito Mejía.

Hipólito Mejía, como el Ave Fenix, surgió de sus propias cenizas. Es un gran líder, y no tiene miedo. Hacerle un fraude suscitará las iras populares, y quien lo provoque acabaría cociéndose en su propia salsa.

Esperamos que la sensatez recobre sus fueros, y que se  permita a Participación Ciudadana estar presente en los Colegios Electorales cuando se cuenten los votos, y en la Junta Central Electoral cuando  validen y transmitan las actas. Es sencillo: Los resultados de las actas de cada Colegio Electoral, son los mismos que tienen que ser transmitidos y recibidos por los partidos y los medios de comunicación. Eso es transparencia.  Y si la JCE no quiere que los ojos de PC vigilen, es porque HAY GATO ENTRE MACUTO.