En España e Inglaterra, y en los demás regímenes de monarquía
constitucional, el jefe del Estado es el rey o la reina, según sea el caso,
mientras que un presidente o primer
ministro es el jefe de gobierno. En los regímenes republicanos el jefe del
Estado y del gobierno recae en una misma persona. !Tremenda vaina! Los
presidentes latinoamericanos, ubicándonos en nuestro ámbito natural y político,
son más poderosos que los reyes.
Algunos pocos países,
entre ellos Uruguay, les ha ido bastante bien con sus presidentes en los
últimos tiempos, y han logrado notables avances sociales, políticos y
económicos apoyados en instituciones fuertes y una real separación de poderes.
En la mayoría de los países, incluso los que hace poco eran
ejemplos a seguir, entre ellos Brasil y Chile, y los más próximos a nuestra
geografía, y socios económicos, como son los casos de El Salvador, Guatemala y Panamá,
el tráfico de influencia y los
escándalos de corrupción constituyen el pan nuestro de cada día, y causa de la
caída en descrédito de varios ex presidentes.
Las dos únicas alternativas efectivas para evitar que la articulación de
estructuras mafiosas se enquiste en los órganos del Estado son la prevención y
el castigo drástico oportuno ante el menor asomo de corrupción.
Mientras menos sea la cantidad de dinero que
discrecionalmente pueda administrar un funcionario, menor será la cantidad de
dinero que puede desviar hacia sus bolsillos, y cuando se detecta una acto de
corrupción, la sanción efectiva, para que resulte disuasiva, debe ser rápida e
incluir la incautación de todos los bienes del autor, incluyendo aquellos que
sean de un patrimonio anterior al acto de corrupción comprobado. Posiblemente
el funcionario cleptómano lo pensara dos veces antes de cometer un acto de
corrupción, si está exponiendo lo bien habido.
El único país “inmune” a la corrupción administrativa es República Dominicana, donde la corrupción
rampante cuenta con impunidad garantizada, pues resulta que el poder político
controla el poder judicial, y ha elaborado un sofisticado esquema de
distribución de expedientes y selección de jueces para que los casos de
corrupción lleguen a una jurisdicción integrada por comisarios políticos, en la
que el sistema, adrede, para guardar las apariencias, designa una o dos jueces
independientes, pero siempre en minoría.
El juego de la corrupción, si hay cinco jueces, termina 3 a 2
o 4 a 1 a favor del funcionario corrupto, que ve su fortuna mal habida
bendecida por un “no ha lugar” o un archivo definitivo, sin importar que se
haya robado 130 millones de dólares de un prestamos camuflado con el nombre
“Notas Promisorias’, como el archiconocido Caso Sun Land.
El Estado Dominicano es pródigo en la creación de órganos
para lidiar con los problemas de cada día, en ocasiones, como en el caso de
transporte, se han creado 10 organismos y ninguno ha dado pie con bola, aunque
todos, de alguna manera, han servido para enriquecer a unos cuantos favoritos
del poder de turno.
El suicidio de un joven arquitecto, hace unos días, víctima
de la extorsión oficial, ha venido a poner la tapa al pomo, pues el suicida
escogió una oficina pública, dependiente de la Presidencia de la República,
para pegarse un tiro en la cabeza.
Resulta que el Ministerio de Obras Publicas, organismo que
cuenta con un Departamento de Supervisión de Obras Publicas, tiene un rival
creado por el Poder Ejecutivo, con el nombre de Organismo de Ingenieros Supervisores de Obras del Estad (OISOE), que hace lo mismo
que el Ministerio de Obras Publicas, pero que depende directamente del
Presidente.
La OISOE construye obras públicas y se supervisa así mismo, y
no tiene que rendir cuentas a nadie, pues en la República Dominicana al Presidente
de la República no se le pide cuentas, y
el órgano que lo audita, la Cámara de Cuentas, está integrada por personas
escogidas por el Presidente.
Si la Cámara de
Cuentas detecta una anomalía relacionada con distracción de fondos públicos que
de alguna manera comprometa la responsabilidad del Presidente de la República o sus dependencias, la misma
Cámara se encarga de borrar las faltas y preparar un nuevo informe, en
ocasiones contrario a que días antes había colgado en su página web.
Tenemos en la República Dominicana un Ministerio de Salud Pública
y Bienestar Social, al cual el Estado no
le otorga los recursos necesarios para garantizar precariamente la salud pública,
y en cuanto al Bienestar Social, la Presidencia de la República creó una
dependencia de la presidencia que administra políticamente los subsidios
sociales, a través de programas con nombres sugestivos tales como Comer es
Primero.
El dinero para el bienestar social proveniente de los fondos
públicos, cubre el costo de la clientela política de los bajos estratos, que
para no perder la prebenda se ha convertido en un activista prisionero,
obligado a la militancia activa, que en tiempos de elecciones sale a la calle a
tocar puertas, pidiendo sufragar por el gobierno para conservar su derecho a
Comer es Primero, cuyo aporte equivale a
menos de 20 dólares mensuales, y que apenas da para cubrir el costo de un
almuerzo de mala muerte.
Más de un millón de activistas pagados con fondos públicos,
amarrados por un pírrico subsidio social, que el día de las elecciones coparan
todos los centros de votación, cubiertos de propaganda política favor del
partido oficial, dispuesto a matarse con cualquiera para defender su boronita.
Lo mismo pasa con el Ministerio de Agricultura, cuyo
presupuesto ha sido drásticamente reducido, y asignado a la Presidencia de la República
en el gobierno de Danilo Medina, que usa esos fondos para promoverse demagógicamente
entre comunidades campesinas incapaces siquiera de cerciorarse de las causas de
su exclusión social. A ese programa de promoción agrícola, que no ha servido
para incrementar la producción de rubros para la canasta básica, se le llama Visitas Sorpresas.
De manera que la cabeza del presidente, además de los
problemas de Estado, principalmente los causados por la mafia que administra
los recursos haitianos, se le ha sumado las funciones concernientes al
ministerio de Obras Publicas, Salud Pública y Bienestar Social, Agricultura y
Transporte.
Contamos hasta con un órgano sui generis, no creado por
ninguna ley, al que se le suministran cuantiosos recursos provenientes del
fisco: El Despacho de la Primera Dama… que es, por supuesto, la primera base
del Presidente de la República, como se le ha venido a denominar a la señora
esposa de un funcionario cuando se descubre
la infidelidad del marido. A propósito, Juan Taveras Hernandez (Juan TH), un
acucioso periodista dominicano, atribuye a una amante del Presidente de la República ser la persona que preside la estructura mafiosa enquistada en
la OISOE. Hasta el momento no ha sido
desmentido.
El cabezón del presidente dominicano se ha hipertrofiado, y
el cuerpo, formado por un pueblo escuálido, al que cargan de impuestos cada vez que el gobierno necesita dinero, ya no tiene capacidad para
sostenerlo
El precio de la “democracia a la dominicana” es muy caro, y en ocasiones se paga con la muerte, que
se ha llevado más de 20 ingenieros suicidas, impotentes ante la extorsión de
que fueron objetos, y en lo que va del 2015 ha exterminado a mas de 100 personas, la mayoría infantes, a causa del
dengue, que un gobierno cabezón es incapaz de contener, simplemente porque su
prioridad no es el pueblo, sino el dinero que puede succionar “legalmente” de
los fondos públicos.
Mientras tanto, el derecho a disentir se paga con la muerte
económica, pues al disidente que opina le están vedadas las oportunidades que
promete el Estado para favorecer el
desarrollo integral del individuo. Simultáneamente, para justificar el alocado endeudamiento publico, la Presidencia de la República elabora presupuestos deficitarios, desbordando los limites de la racionalidad.
Increiblemente, según empresa encuestadora , el presidente mejor valorado de la región latinoamericana y caribeña, es el dominicano, a pesar de que el dominicano carece de servicios confiables de agua potable y energía eléctrica, su indice de desarrollo humano se ha mantenido estancado en la ultima década, tiene el peor sistema de educación publica del mundo, el sistema de salud no funciona para los pobres y los magros salarios permanecen estancados (excepto el de los jueces de las altas cortes y los ministros) y en los últimos cinco años perdió el 30% de su poder de compra... y para colmos, la Policía Nacional se ha convertido en un órgano represivo al servicio del poder político, prestos a caerle a garrotazos a cualquier grupo de pacíficos ciudadanos que se atreva a protestar contra el gobierno.
Increiblemente, según empresa encuestadora , el presidente mejor valorado de la región latinoamericana y caribeña, es el dominicano, a pesar de que el dominicano carece de servicios confiables de agua potable y energía eléctrica, su indice de desarrollo humano se ha mantenido estancado en la ultima década, tiene el peor sistema de educación publica del mundo, el sistema de salud no funciona para los pobres y los magros salarios permanecen estancados (excepto el de los jueces de las altas cortes y los ministros) y en los últimos cinco años perdió el 30% de su poder de compra... y para colmos, la Policía Nacional se ha convertido en un órgano represivo al servicio del poder político, prestos a caerle a garrotazos a cualquier grupo de pacíficos ciudadanos que se atreva a protestar contra el gobierno.