El abogado santiagués y comunicador Marcos Martínez, avaló su denuncia con documentos y mencionó dos personas, dos organizaciones sin fines de lucro y un banco dominicano, y mostró documentos que no han sido desmentidos por las personas que él relaciona con una cuenta en euros abierta en un banco de Dinamarca ni por el Danske Bank.
Según el comunicador, el balance de la cuenta, al día 4 de febrero del 2012 era de 76 millones de euros, que a la tasa de cambio actual equivale a 3 mil 934 millones de pesos.
Como ningún funcionario dominicano tiene como justificar esos ingresos, y tampoco ninguna organización sin fines de lucro, hasta ahora la persona que nombró el comunicador como la principal de la cuenta, así como los representantes de las personas jurídicas que de alguna manera están relacionados el asunto, han guardado silencio.
Aparentemente prefirieron convertir la denuncia en un acto de campaña sucia en contra de Margarita Cedeño, con el propósito de sacar provecho político si logran convertirla en víctima de una infamia.
Siguiendo esa línea, han guardado silencio ALBERTO CEDEÑO, primo hermano de la Primera Dama, quien figura como el principal titular de la cuenta No. 79142002; los representantes de FUNGLODE y FUNDI, que recibieron cheques girados a esa cuenta, y VICENTE BENGOA, Administrador del Banco de Reservas, que ha participado como enlace con el banco de Dinamarca.
El comunicador fue enfático al declarar, mostrando documentos, que en los cheques librados a favor de FUNGLODE y FUNDI, fundaciones creadas por LEONEL FERNÁNDEZ Y FELIX BAUTISTA, respectivamente, está impreso el nombre de ALBERTO CEDEÑO.
Resulta insólito que el titular de la Superintendencia de Bancos, IVANHOE NG, no requiriera información sobre ALBERTO CEDEÑO y la cuenta No. 79142002 abierta en el Danske Bank. No tiene que ir a Dinamarca, pues sus atribuciones le otorgan competencia para solicitar la información a Vicente Bengoa, Administrador del Banco de Reservas, pues es a través de ese banco que se hacen los depósitos y se giran cheques a la cuenta No. 79142002 del Danske Bank.
Si esa cuenta no existiera y si el Banco de Reservas no ha sido utilizado como intermediario por ALBERTO CEDEÑO, hace muchos días que ya el Banco de Reservas hubiera desmentido, en espacio pagado difundido por todos los medios de prensa dominicanos, la denuncia de Marcos Martínez.
El hecho de que supuestamente un oficial dinamarqués dijera que le informaron que Margarita Cedeño no es cliente del Danske Bank, no quita méritos ni diluye la denuncia. Para demostrar que se trató de una mentira las personas y organizaciones vinculadas a la cuenta necesitan de una declaración oficial del Danske Bank y del Banco de Reservas, NEGANDO la existencia de la cuenta No. 79142002 a nombre de Alberto Cedeño.
Si el Danske Bank se escuda en el secreto bancario para no revelar detalles de sus cuentas, el Banco de Reservas, cuyas actividades de intermediación financiera están sometidas a la supervisión de la Superintendencia de Banco no podría aducir lo mismo, pues su obligación es suministrar cuanta información le sea solicitada por la entidad supervisora.
Hasta ahora la Superintendencia de Bancos no ha mostrado ningún interés en cumplir con sus obligaciones, pues por el monto involucrado podríamos estar en presencia de un ilícito penal vinculado al lavado de activos.
Si la cuenta No. 79142002 a nombre de Alberto Cedeño, en el Danske Bank existe, ¿ tendría el señor Alberto Cedeño la manera de justificar la propiedad de 3 mil 934 millones de pesos?
¿ Cuáles obligaciones había contraído Alberto Cedeño con Funglode y Fundi para "pagarles" casi 15 millones de euros, es decir, casi 800 millones de pesos?
Ningún dominicano se encuentra por encima de la ley. La ley No. 72, sobre lavado de activos, y el Banco de Reservas, según lo establecido en el artículo41
numeral 4, está obligado a comunicar a la Unidad de Análisis Financiero, vía la Superintendencia de Bancos, las informaciones de las transacciones que superen la cantidad de diez mil dólares (US$ 10,000.00), y en la especie las cantidades superan con creces ese límite.
Como los bancos comerciales están obligados a mantener y conservar en sus archivos, durante diez (10) años, sus transacciones, llegará un día en que tengamos instituciones y autoridades honestas y comprometidas con los mejores intereses del país.
Esto no se quedará en una simple denuncia. Por ahora, el poder concentrado en las manos de Leonel Fernández es tan, pero tan absoluto, que no existe la más mínima posibilidad de investigar objetivamente el asunto, y hacer justicia si fuere necesario.
Tenemos los instrumentos legales, pero no contamos con autoridades idóneas. Habrá que esperar, y mientras tanto la soga seguirá rompiendo por lo más delgado.
Para ilustración de los lectores, le incluimos el artículo 1 de la ley 72-02, sobre lavado de activos, que expresa lo siguiente:
"A los fines de la presente ley, incurre en lavado de activos la persona que, a sabiendas de que los bienes, fondos e instrumentos son el producto de una infracción grave:
a) Convierta, transfiera, transporte, adquiera, posea, tenga, utilice o administre dichos bienes;
b) Oculte, encubra o impida la determinaicón real, la naturealeza, el origen, la ubicación, el destino, el movimiento o la propiedad de dichos bienes o de derechos relativos a tales bienes;
c) Se asocie, otorgue asistencia, incite, facilite, asesore en la comisión de algunos de las infracciones tipificadas en este artículo, así como el eludir las consecuencias jurídicas de sus acciones.
Si la cuenta existe, los implicados serán procesados por lavado de activo, pues no tienen como justificar la procedencia de tanto dinero.
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