El entusiasmo que provocó en la mayoría de la población dominicana el discurso del Presidente Danilo Medina, al acudir a la Asamblea Nacional el pasado 27 de febrero, se está diluyendo, a pesar de que, según rumores, el mandatario ha reiterado su intención en diferentes círculos.
No obstante, como los hechos siguen siendo más elocuentes que palabras, parece que el Presidente Medina se dejó llevar por la emoción... o talvez reaccionó "encojonado" por la arrogancia asumida por los representantes de la minera Barry Gold, pues de lo contrario habría puesto en marcha las acciones necesarias para modificar lo que el calificó como un contrato INACEPTABLE.
La empresa canadiense ha demostrado, hasta ahora, que su poder es mayor que el del Presidente de la República, pues sólo así es comprensible que tengan asignado una escolta del J-2 para acompañar los cargamentos de oro, con órdenes de disparar a cualquier dominicano que les resulte sospechoso.
Por eso, en los mentideros políticos se suele atribuir EL EJERCICIO DEL PODER, a quienes "negociaron" con la Barry la entrega del oro dominicano a cambio de beneficios personales, que posiblemente ya cobraron, y que a ese mismo personaje le tenga sin cuidado la retórica "nacionalista" de Danilo Medina, de quien ya se dice que Cantó como gallo, pero que no está haciendo nada para demostrar que realmente es un gallo.
Mientras tanto, el oro dominicano sigue saliendo del país... escoltado por las fuerzas amadas obedientes al Presidente de la República, su Comandante en Jefe.
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