viernes, 5 de abril de 2013

EL DESTINO DE LA QUERELLA CONTRA LEONEL

Hoy, viernes 5 de abril del 2013, abogados que sirvieron al Presidente Leonel Fernández  acudirán a la fiscalía del Distrito Nacional a abogar por el reo Leonel Fernández. 

Radhamés Jiménez, ex Procurador General de la República, manifestó que ya la querella estaba desmontada, y suponemos que con esa expresión también pretende descalificar al querellante, Guillermo Moreno, quien habría fabricado un montaje, falseando hechos  y tergiversando documentos.

El doctor Moreno, como abogado penalista calificado supera en años luz al ex procurador Jiménez, cuya carrera se ha desarrollado en la burocracia leonelista y en la defensa de funcionarios acusados de corrupción durante el primer gobierno de Fernández.

La fiscal del Distrito Nacional, ante una querella bien fundamentada en hechos y derecho, sustentada en pruebas documentales fidedignas, no tuvo otra alternativa que crear el escenario para la primer escaramuza. Por supuesto que ella tenía el poder para profundizar las investigaciones, pero no quiso denotar interés en el caso ni cumplir con sus atribuciones.

Posiblemente,  una vez oídas las partes, la fiscal del Distrito Nacional desestime la querella, so pena de exponerse a perder el cargo, y eventualmente la vida.

Leonel Fernández le tiene más miedo a jueces independientes e imparciales, que el Diablo a la cruz. Ya lo demostró cuando hizo de querellante en contra de César Sánchez, en la que sus tropas se encargaron de armar desórdenes mayúsculos cada vez que había una audiencia. O sea que ni como querellante, para defender su honor frente a las imputaciones de enriquecimiento ilícito que le hizo el imputado, acudió por ante el juez. El sabe que el escenario jurisdiccional puede deparar sorpresas, pues en el sistema hay jueces que sirven al derecho y a la justicia, y que no mancharán su investidura para tapar las faltas del presidente más corrupto de la historia dominicana.

La querella no se va a decidir en la fiscalía; una vez sea desestimada, la objeción del querellante abrirá el espacio jurisdiccional, y eventualmente, cuando el juez de la instrucción  decida sobre la objeción   una de las tres salas penales de la Corte de Apelación del Distrito Nacional decidirá la suerte del asunto. 

En la Corte Penal hay jueces que no le temblará el pulso para  decidir conforme a derecho. 

El Dr. Guillermo Moreno ya hizo su trabajo, y un buen trabajo, pues le sirvió al sistema de justicia penal una denuncia-querella que debía ya ser modelo para los abogados penalistas, y hasta para los jueces, pues contiene  motivación suficiente para servir como sentencia.  Leonel Fernández no será juzgado, y mucho menos condenado.  Eso es imposible en un país sin instituciones  y corrupto hasta el tuétano, y dirigido por una persona que sin sonrojos aboga por el borrón y cuenta nueva.

Leonel disfrutará el botín, con la certeza de que en nuestro país un diamante bien tallado sirve para cubrir cualquier crimen.



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