MIGUEL VARGAS y sus colaboradores más íntimos celebraron la victoria de Danilo Medina. Los cabilderos de Miguel Vargas concertaron acuerdos con José Francisco Peña Guaba, el dueño de la franquicia BIS; con Carlos Morales Troncoso, aliado utilizado por Leonel Fernández para beneficiarse de los restos del Partido Reformista, y con Zorrilla Ozuna, dueno del Partido Cívico Renovador (PCR), hombre de confianza del ingeniero Vargas.
Annie Felipe, reformista miguelista, fue la primer dirigente que públicamente renuncio a su militancia "perredeista" para declararse danilista; otros, como Víctor Gómez Casasnovas y Khalil Michel se convirtieron en voceros de la candidatura de Danilo Medina, e incluso, Khalil declaró que Miguel Vargas votaría por el candidato del PLD.
Síndicos y diputados miguelistas hicieron el trabajo de campo. Esos agentes compraron cédulas y abstención electoral, pagaron a los activistas encargados de dar seguimiento al voto miguelista y se sumaron a las huestes cívico-militar oficialistas encargadas de aterrorizar a los adversarios.
Personalmente he conversado con miguelistas que votaron por el BIS, por el Partido Reformista o el PCR, y que sienten, al igual que su líder, un inmenso placer por haber derrotado a Hipólito Mejía.
La traicion de Miguel Vargas, además de hundir en la desesperanza a las bases del PRD, derrotó a todos los empresarios agropecuarios y a los gremios profesionales, a todas las organizaciones sindicales y a los empresarios del sector de la construcción, todos quebrados y desesperados por las políticas de Leonel Fernández, quienes en un último intento de liberarse de la opresión económica a que han sido sometidos por el gobierno del PLD, agotaron sus recursos.
Miguel Vargas derrotó a los médicos, abogados, ingenieros y agrónomos, cuyos gremios respaldaron activamente al PRD; derrotó a las corrientes magisteriales y a los movimientos estudiantiles que hicieron causa común con Mejía. Miguel Vargas derrotó al 46.95% que votó por el PRD, incluyendo a la juventud que tiene ocho años persiguiendo infructuosamente un oportunidad laboral.
Un Partido Reformista deshecho, cuyos dirigentes permanecieron agachados durante la campaña, surgió, gracias a los votos de Miguel Vargas, "vigoroso" del certamen electoral; un BIS desgastado, sin dirigentes ni presencia nacional, fue preñado por los votos de Miguel Vargas, y el PCR, cuya militancia es desconocida, surgió como una fuerza superior a la APD de Max Puig, el partido de más arraigo a nivel nacional y el mejor posicionado entre los emergentes.
Miguel Vargas le sumó a Danilo Medina más de 300,000 votos que sufragaron en las casillas del Partido Reformista, del BIS y el PCR. Morales Troncoso está en deudas con Miguel Vargas, y como Miguel es un comerciante es de buena lógica inferir entre los más de mil mil millones de pesos que le han asignado al Ministerio de Relaciones Exteriores en el Presupuesto Complementario esté incluida la ración sea para pagar la deuda.
En su peor momento en los últimos 15 años, con apenas un 37% de los votos, provenientes en su mayoría de las personas que reciben asistencia pública, un PLD famélico derrotó a los dominicanos que sostienen al país, y retuvo el poder gracias a los votos que le aportó la traición de Miguel Vargas.
El cálculo se fundamenta en las encuestas, las que coincidían en otorgar al Partido Reformista no más de un 1.8% de la intención de voto, así como al desgaste del BIS y su tendencia a la atomizacion, según los resultados de anteriores elecciones, asi como a recientes mediciones que cuantifican la correlacion de fuerzas a lo interno del PRD entre Hipolito Mejia y Miguel Vargas.
En esa correlación la posición del ingeniero Vargas es favorecida por 16% que insiste, por conveniencias coyunturales, en seguir identificándose como perredeistas. Es conforme al sentido común presumir que quienes mantienen su adhesión a Miguel Vargas, tras ser sancionado por traicionar la candidatura de su partido, pertenecen a la corriente miguelista que inducida y $educida por la magia del poder optó por favorecer a Danilo Medina.
Aproximadamente 250 mil miguelistas votaron en la casilla reformista y el resto se dividió entre el BIS y el PCR.
Por ese ese hecho los días de Miguel Vargas como presidente orgánico y de derecho del PRD se acabaron. Podrá ser presidente de facto, impuesto por un órgano jurisdiccional que obedece las directrices de Leonel Fernández, pero por haber perdido los afectos de la militancia, de la base aguerrida sobre cuyos sacrificios de han construido todos los liderazgos del PRD, su pretensión de seguir dirigiendo el partido que él se encargó de derrotar constituye un acto de osadía que raya en lo demencial. Sólo a un imbécil, incapaz de discernir las nefastas consecuencias sociales y políticas de sus acciones se le ocurre pensar que tiene espacio entre compañeros que se sienten dolidos y traicionados. Nadie puede ser líder de un partido después de traicionar a sus principales dirigentes y a su militancia.
Si no tiene valor para montar tienda aparte, que por lo menos tenga el valor para salir de circulación, y permitir que la base del PRD trille su camino dirigida por alguien que merezca su confianza.
Por ese ese hecho los días de Miguel Vargas como presidente orgánico y de derecho del PRD se acabaron. Podrá ser presidente de facto, impuesto por un órgano jurisdiccional que obedece las directrices de Leonel Fernández, pero por haber perdido los afectos de la militancia, de la base aguerrida sobre cuyos sacrificios de han construido todos los liderazgos del PRD, su pretensión de seguir dirigiendo el partido que él se encargó de derrotar constituye un acto de osadía que raya en lo demencial. Sólo a un imbécil, incapaz de discernir las nefastas consecuencias sociales y políticas de sus acciones se le ocurre pensar que tiene espacio entre compañeros que se sienten dolidos y traicionados. Nadie puede ser líder de un partido después de traicionar a sus principales dirigentes y a su militancia.
Si no tiene valor para montar tienda aparte, que por lo menos tenga el valor para salir de circulación, y permitir que la base del PRD trille su camino dirigida por alguien que merezca su confianza.
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