miércoles, 4 de julio de 2012

EL 51 ANIVERSARIO DEL PRD PUEBLO


Agarraditos de manos...fue la última ocasión...mientras un cura de pueblo, el Padre Santiago, con el corazón más grande que la Iglesia Católica, blandía el látigo de su lengua flamígera en contra de las hipocresías del gobierno más corrupto y cínico  que ha padecido la sociedad dominicana: el gobierno de Leonel Fernández.

Era un 5 de julio, conmemorando un aniversario más del arribo al país de la vanguardia del Partido Revolucionario  Dominicano en el exilio. 

El 5 de julio del 2012 se cumplen 51 años de la llegada al país de Ángel Miolán, Ramón Castillo y Nicolás Silfa, cuya predica comenzó a esparcir las semillas de propuestas renovadoras en la política vernácula. 

La víspera del nuevo aniversario encuentra al Partido Revolucionario Dominicana convertido en la fuerza mayoritaria de la República Dominicana, enfrascado en fortalecer la dirección colegiada, insuflando hálitos de vida democrática a sus órganos, y a la vez obstaculizado por el enemigo más poderoso que ha tenido que enfrentar en sus 73 años de existencia: el control político de la telaraña jurisdiccional concebida por Leonel para construir el  proyecto dinástico de los Fernández.

El beneficiario de las decisiones de corte eminentemente político adoptadas por el Tribunal Superior Electoral, hasta el presente, han sido el PLD y  el ingeniero Miguel Vargas Maldonado. Así será en lo sucesivo, y la misma tendencia seguirá el Tribunal Constitucional.

Miguel Vargas anunció  que se dirigirá al país el 5 de julio, y hablará, por supuesto, con la calidad de "Presidente del PRD" que le reconoció   un tribunal que sigue las directrices del PLD. Presumimos que le ordenaron que hablara.

Por la reacción de personas sensatas y de firmes convicciones, inferimos que los dominicanos y dominicanas que lucharon  hasta la extenuación física y económica extremas  en pos  del triunfo electoral en contra del PLD y Danilo Medina, harán de oídos sordos ante las palabras de quien eludió  cumplir con su responsabilidad partidaria.

La  militancia  del PRD debía conmemorar el día 5 de julio clavando un crespón negro en la solapa de su camisa o de su blusa. El Partido Revolucionario Dominicano debía declararse en duelo permanente hasta la próxima convención ordinaria, y su dirigencia debía de iniciar una peregrinación nacional, con un doble propósito: Condecorar con la Orden de José Francisco Peña Gómez: (hay que crearla: una medalla con la efigie de JFPG colgada en una cinta con los colores patrios) a los perredeistas  que en sus respectivas demarcaciones aplastaron a la triple entente  (Leonel Fernández, Carlos Morales y Miguel Vargas), y promocionar a los nuevos líderes de las municipalidades.

El 51 aniversario del PRD debe ser una gran jornada de reflexión, aunque sea entre amigos o a nivel familiar o personal; la realidad requiere nuevas tácticas y estrategias. Leonel Fernández seguirá  narigoneando a Miguel Vargas, hasta que haya hecho desaparecer el más mínimo rastro  de la historia escrita con la sangre, el sudor y las lágrimas de millones de perredeistas.  

La Comisión Política del PRD debe aguzar su instinto político y esforzarse  para comprender el sentido oculto de la realidad política contemporánea; a Leonel Fernández hay que enfrentarlo en el terreno dialéctico. Es necesario un programa bien concebido y mejor ejecutado para enraizar en la conciencia de los dominicanos más jóvenes la historia del PRD, sus grandes hombres y sus históricas jornadas a favor los mejores intereses de la patria.

Es pertinente crear una COMISIÓN DE EFEMÉRIDES PERREDEISTAS, y celebrar las efemérides partidarias con sentido social, comunitario, partidario y político. Divulgar el pensamiento de JFPG. Convertir el Instituto en la Universidad José Francisco Peña Gómez, y crear oportunidades educativas de calidad para los hijos de los dominicanos de mucha, media o poca fortuna que hagan causa común con el PRD.

El  pensamiento de Leonel Fernández está firme y obsesionado en la construcción del Partido Único, y para ello tiene primero que   destruir al PRD o atomizarlo. Sólo un PRD con una militancia BIEN EDUCADA, firme en sus propósitos y consciente de su historia y sus aportes a la concreción del ideal duartiano y peñagomista podrá impedir los propósitos absolutistas que alimentan la ambición de poder político insaciable del Presidente Fernández. 

Dejemos a Miguel Vargas cocerse en su propia salsa; olvidémonos de él, y hagámonos de cuenta que el  triunfo electoral del futuro dominicano fue haber liberado al PRD de la ominosa y azarosa presencia del señor  Vargas.

Veamos la campaña electoral como una escaramuza insignificante en el camino hacia la gran batalla. Giremos un poco hacia la izquierda, y abracemos la causa del pueblo oprimido y de los millones de jóvenes y de dominicanos de todas las edades que languidecen sin oportunidades de ninguna especie,  condenados a  contemplar a la arrogante dirigencia del PLD disfrutar el botín de la corrupción.

En este 51 aniversario comencemos a construir EL GRAN PRD. No es necesario conquistar el poder para comenzar las tareas que podemos hacer hoy con nuestros propios recursos. Sobran recursos humanos, y esperamos que no falte voluntad política. 

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