Agarraditos de
manos...fue la última ocasión...mientras un cura de pueblo, el Padre
Santiago, con el corazón más grande que la Iglesia Católica, blandía el látigo de
su lengua flamígera en contra de las hipocresías del
gobierno más corrupto y cínico que ha padecido la sociedad
dominicana: el gobierno de Leonel Fernández.
Era un 5 de julio,
conmemorando un aniversario más
del arribo al país de la vanguardia del Partido
Revolucionario Dominicano en el
exilio.
El 5 de julio del 2012 se cumplen 51 años de la llegada al país de Ángel Miolán, Ramón Castillo
y Nicolás Silfa, cuya predica comenzó a esparcir las semillas de
propuestas renovadoras en la política vernácula.
La víspera del
nuevo aniversario encuentra al Partido Revolucionario Dominicana convertido
en la fuerza mayoritaria de la República Dominicana, enfrascado
en fortalecer la dirección colegiada, insuflando hálitos de
vida democrática a sus órganos, y a la vez obstaculizado por el enemigo
más poderoso que ha tenido que enfrentar en sus 73 años de existencia: el control político de la telaraña jurisdiccional
concebida por Leonel para construir el proyecto dinástico de los Fernández.
El beneficiario de
las decisiones de corte eminentemente político adoptadas por el Tribunal
Superior Electoral, hasta el presente, han sido el PLD y el ingeniero Miguel Vargas
Maldonado. Así será en lo sucesivo, y la misma
tendencia seguirá el Tribunal Constitucional.
Miguel Vargas anunció que
se dirigirá al país el 5 de julio, y hablará, por supuesto,
con la calidad de "Presidente del PRD" que le reconoció un tribunal
que sigue las directrices del PLD. Presumimos
que le ordenaron que hablara.
Por
la reacción de personas sensatas y de firmes convicciones, inferimos
que los dominicanos y dominicanas que lucharon hasta la extenuación física y económica extremas
en pos del triunfo electoral en contra del PLD y Danilo Medina, harán
de oídos sordos ante las palabras de quien eludió cumplir con su responsabilidad partidaria.
La militancia del PRD debía conmemorar
el día 5 de julio clavando un crespón negro en la solapa de
su camisa o de su blusa. El Partido Revolucionario
Dominicano debía declararse en duelo permanente hasta
la próxima convención ordinaria, y su dirigencia debía de
iniciar una peregrinación nacional, con un doble propósito:
Condecorar con la Orden de José Francisco Peña Gómez: (hay que crearla: una
medalla con la efigie de JFPG colgada en una cinta con los colores patrios) a
los perredeistas que en sus respectivas demarcaciones aplastaron a la
triple entente (Leonel Fernández, Carlos Morales y Miguel Vargas), y
promocionar a los nuevos líderes de las municipalidades.
El 51 aniversario del
PRD debe ser una gran jornada de reflexión, aunque sea entre
amigos o a nivel familiar o personal; la realidad requiere
nuevas tácticas y estrategias. Leonel Fernández seguirá narigoneando
a Miguel Vargas, hasta que haya hecho desaparecer el más mínimo rastro
de la historia escrita con la sangre, el sudor y
las lágrimas de millones de perredeistas.
La Comisión Política del
PRD debe aguzar su instinto político y esforzarse para comprender el
sentido oculto de la realidad política contemporánea; a Leonel Fernández hay
que enfrentarlo en el terreno dialéctico. Es necesario un programa bien concebido
y mejor ejecutado para enraizar en la conciencia de los dominicanos más jóvenes la
historia del PRD, sus grandes hombres y sus históricas jornadas a
favor los mejores intereses de la patria.
Es pertinente crear una COMISIÓN DE EFEMÉRIDES PERREDEISTAS,
y celebrar las efemérides partidarias con sentido social,
comunitario, partidario y político. Divulgar el pensamiento de JFPG. Convertir
el Instituto en la Universidad José Francisco Peña Gómez, y crear oportunidades
educativas de calidad para los hijos de los dominicanos de mucha, media o poca
fortuna que hagan causa común con el PRD.
El pensamiento
de Leonel Fernández está firme y
obsesionado en la construcción del Partido Único, y para ello
tiene primero que destruir al PRD o atomizarlo. Sólo un PRD con una militancia BIEN EDUCADA, firme en
sus propósitos y consciente de su historia y sus aportes a
la concreción del ideal duartiano y peñagomista podrá impedir los propósitos absolutistas que
alimentan la ambición de poder político insaciable del Presidente Fernández.
Dejemos
a Miguel Vargas cocerse en su propia salsa; olvidémonos de él, y hagámonos
de cuenta que el triunfo electoral del
futuro dominicano fue haber liberado al PRD de la ominosa y azarosa presencia
del señor Vargas.
Veamos la campaña
electoral como una escaramuza insignificante en el camino hacia la gran
batalla. Giremos un poco hacia la izquierda, y abracemos la causa del pueblo
oprimido y de los millones de jóvenes y de dominicanos de
todas las edades que languidecen sin oportunidades de ninguna especie, condenados
a contemplar a la arrogante dirigencia del PLD disfrutar
el botín de la corrupción.
En este 51
aniversario comencemos a construir EL GRAN PRD. No es necesario conquistar el
poder para comenzar las tareas que podemos hacer hoy con nuestros propios
recursos. Sobran recursos humanos, y esperamos que no falte voluntad política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario