En ocasiones se las ingenia para adquirir la nacionalidad dominicana sin ni siquiera entrar al país, como sucedió con el dinero de la capitalización de la Corporación Dominicana de Electricidad, que se quedó en un Banco de Nueva York y se esfumó sin dejar rastro. En otras, es elusivo, resbaloso y sucio, como el de la Sund Land.
Algunas veces es adoptado, y aparece en la cuenta de un testaferro, como el depositado en una cuenta del Danske Bank de Dinamarca.En ocasiones, algún osado funcionario seducido por la imprudencia, tienta la suerte, da riendas sueltas a los caprichos de su disimulada megalomanía, y para pasearse orondo entre la aristocracia criolla o extranjera, asume la titularidad de su riqueza y la de sus amigos.
El senador Félix Ramón Bautista tentó su suerte. Bien podría haber seguido con el cuentecito de la tía, aquella que "compró" un apartamento en la Avenida Anacaona para "pretárselo" a su pobre sobrino; o utilizando compañías de carpeta, tal como aconsejó a Mary Peláez, o seguir utilizando a Alberto Cedeño, el de la cuenta en el Danske Bank, o a cualquier otro testaferro.
Parece que su ego lo traicionó, o que su patrón no confía en nadie que no sea Félix Bautista. Ahora está sumergido de cabeza en un albañal, y si respira se ahoga. Su patrón moverá cielo y tierra para permanecer inmaculado, y si rueda una cabeza no será la suya, sino la del fiel senador de San Juan.
El senador Félix Bautista declaró que es un hombre rico, tan rico que ni siquiera sabe el monto de su fortuna. Reconoce que sus empresas han crecido como la espuma, y que es un empresario generoso, presto a cooperar con todos los amigos que aspiren la presidencia de su país, como lo hizo en Perú con Toledo, y en Haití con Martelly. Ahora está haciendo lo mismo con Danilo.
Su calidad de empresario poderoso la adquirió después que el Presidente Fernández lo designó Director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, pues antes de ese cargo la única empresa que había administrado era un puesto de pelar chinas, en los predios de la universidad estatal... y por cierto era un buen vendedor, pregonando a voz en cuello: ¡ Las agrias no se pagan! ¿Te acuerdas, Felix, de esos tiempos aciagos?
El inefable y decrépito Danilo Medina dice que Felix es un ciudadano honesto y meritorio, que merece el respeto de la ciudadanía; el candidato oficialista va más lejos, y reta a cualquiera que dude del orígen lícito de la fortuna del senador a que presente pruebas.
Creíamos que Danilo Medina por lo menos había leído la Constitución de la República, pero parece que no. El candidote del PLD ignora que Leonel Fernández, en el contenido del artículo 146 de la Constitución,además de condenar toda forma de corrupción en los órganos del Estado, entre ellas obtener para sí o para terceros provecho económico, proporcionar ventajas a sus asociados, familiares, allegados o amigos, invirtió el fardo de la prueba cuando se trata de funcionarios que han incrementado su fortuna durante el ejercicio de su función.
Citamos textualmente el numeral 3 del artículo 146 de la CRD: " Es obligatoria, de acuerdo con lo dispuesto por la ley, la declaración jurada de bienes de las y los funcionarios públicos, a quienes corresponde siempre probar el origen de sus bienes, antes y después de haber finalizado sus funciones o a requerimiento de autoridad competente."
Es bueno que los dominicanos lean y analicen la Constitución, pues ni siquiera el Presidente de la República está por encima de sus disposiciones.
En el numeral 3 del artículo 146 se invierte el fardo de la prueba en materia de corrupción: Es Félix Bautista quien tiene la obligación constitucional de demostrar, con transparencia y detalles, el origen de los bienes adquiridos entre el 16 de agosto del 2004 y el 16 de agosto del 2010.
Si la fortuna es mal habida, se trata de un botín, y el numeral 4 del artículo de marras obliga al funcionario a restituir los bienes obtenidos de manera ilícita.
El senador Felix Bautista, y los demás funcionarios del PLD que se han enriquecido ilícitamente, no van a ser requeridos por la autoridad competente, pues vivimos en un Estado de corte fascista; pero el crimen de corrupción prescribe a los veinte años...
De manera que al próximo gobierno le corresponderá aplicar con rigor el artículo 146 de la CRD, aunque se queden en pantaloncillos los funcionarios ladrones, sin importar el partido a que pertenezcan.
En el caso de Felix Ramón, no se trata de un ignorante, sino de una persona de eximia formación académica, que además de ingeniero civil, graduado en la UASD, cursó un licenciatura en Derecho en la Universidad del Caribe, o sea que ha actuado con conocimiento de causa, y sabe que una vez el PLD salga del poder no lo salva ni checheré.
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