domingo, 1 de abril de 2012

MARTELLY COBRÓ ALANTE

"Sweet Mickey", cantante, bailarín y transvesti haitiano, hoy Presidente de la República de Haití, aprendió en su medio que ciertos servicios hay que cobrarlos por adelantado, pues algunos clientes, después que son satisfechos, suelen negarse a pagar.

Los dominicanos inventamos el verbo "cubear" , y lo usamos con mayor frecuencia en el mundo de la prostitución y en la lidia de gallos. En el primer caso se emplea para identificar al cliente que se niega a pagar por un servicio sexual recibido de una prostituta o un prostituto, y en el segundo caso al perdedor que se niega a pagar la apuesta.

El veterano Michael Martelly, en sus faenas artísticas como Sweet Mickey, aprendió la conveniencia de cobrar "algo" por adelantado,y parece que en su rol político cuando se trata de cobrar por servicios prestados actúa como el artista transvesti; conociendo la catadura de los tigueres políticos dominicanos, para evitar que le dieran un tumbe cobró por adelantado y en efectivo, que es el tipo de transacción preferido por los mafiosos para no dejar huellas o por lo menos disimularlas.

Como estaba negociando con otros veteranos, maestros, guías y líderes en materia de corrupción administrativa, clasificados en el ranking de Transparencia Internacional entre los más efectivos saqueadores del erario público de todo el mundo, su contraparte dominicana se las ingenió para conservar registros con el nombre de Michel Martelly, incluyendo el monto de la transacción, posiblemente para eventuales reclamos si el negocio no cuajaba.

El asunto progresó según los cálculos, gracias a los efectos de la "generosidad" de Leonel Fernández, que con la donación de una universidad pagada con dinero del pobre pueblo dominicano, se adueñó de la imaginación de la mafia política haitiana.

Luego llegó Santa Claus Bautista, cargando sacos llenos de millones de dólares, y cuando le puso sus reyes a los mandamás de Haití, se abrieron las puertas oficiales para empresas dominicanas propiedad de dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana, creadas ex profeso para trabajar en la reconstrucción de Haití.

Sin dudas una jugada maestra del genio fundador de la Corporación mafiosa que se ha apoderado de todas los estamentos del Estado Dominicano.
Al igual que la mafia política peledeista, la mafia política haitiana es insensible a las inenarrables penurias del millón de haitianos que permanece hacinado en tiendas de campaña, caldo de cultivo de todas las epidemia; esas masas reciben la misma prioridad que las familias dominicanas que viven en la orilla del río Ozama.

El gran dinero está en las grandes construcciones, y el pueblo llano puede esperar otros doscientos años por sus reivindicaciones; los que no pueden esperar son los sedientos bolsillos de la mafia política dominicohaitiana.

Esa mafia se comporta como los animales carroñeros, y la presa idónea para la ocasión es la situación de calamidad generalizada creada por la tragedia haitiana; los sabios juristas de ambos pueblos, que durante mucho tiempo han asociado sus saberes y experiencias para proteger y hacer crecer las fortunas de reducidas élites a ambos lados de la frontera, se dieron a la tarea de crear múltiples empresas "off shore" y realizar todo tipo de enlaces jurídicos, cuyo control generalmente desemboca en una o dos personas, con la finalidad de camuflar las operaciones.

La empresa HADOM, que corresponde a la fusión de los nombres HAITÍ-DOMINICANA, es una sociedad anónima haitiana con asiento en Puerto Príncipe y, registrada en San Cristobal en el mes de marzo del 2011, cuyo Consejo de Administración incluye a Felix Bautista, Presidente y dueño del 98% de las acciones, Sandy José Taveras Azcona, Vicepresidente y Tesorero, dueño de una (1) acción y el haitiano Gaetan Pierre Volel, dueño de una (1) acción y Tesorero.

La Hadom fue beneficiada con un contrato de 33.7 millones de dólares para la construcción del Palacio Legislativo de la República de Haití. Las personas que están detrás de Felix, y el mismo senador, obtendrán cientos de millones de dólares, los depositarán en bancos europeos y vivirán como reyes por el resto de sus días.

Swett Mickey, recién condecorado por el Presidente Fernández, suponemos que a manera de despedida casi póstuma, ya debe de estar más esquivo que una guinea tuerta, y cuando las enardecidas turbas haitianas sean convencidas por un nuevo demagogo que el cantante es el culpable de sus miserias, terminará sus días con un collar flamígero colgado al cuello.

Mientras tanto, los dominicanos que aún resistimos, debemos invertir tiempo para urdir y ejecutar el plan que nos permita romper el nudo gordiano creado por Leonel Fernández para amarrar el país a sus intereses y ambiciones.

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