Leonel Fernández aspira ser elegido para presidir alguna organización internacional, y algunos afirman que quiere ser el próximo Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En su primer gobierno el país se adhirió a la Convención Interamericana en Contra de la Corrupción, y él mismo, retóricamente, se promueve como un abanderado de la lucha en contra de la corrupción, que es el principal obstáculo para el desarrollo institucional y económico de la República Dominicana.
No obstante, las organizaciones internacionales que miden el nivel de corrupción de todos los países del mundo, tras comprobar la distracción masiva de fondos públicos que han ido a parar a cuentas de funcionarios o testaferros de los funcionarios del gobierno de Leonel Fernández, le otorgaron al país, en el 2011, la calificación de 2.6, que ha sido la más baja que hemos obtenido, y nos coloca entre los países más corruptos del mundo.
Leonel Fernández se defendía atribuyéndole esos señalamientos a intereses políticos, y algunos funcionarión decían que era simplemente una percepcón, sin ningún fundamento.
Las revelaciones de la calidad del gasto del presupuesto del Despacho de la Primera Dama, y la cuenta del Danske Bank de Dinamarca, a nombre de Alberto Cedeño, primo hermano de Margarita Cedeño, aportaron datos concretos sobre la magnitud de la corrupción en el gobierno de Leonel Fernández.
Cuando Nuria Piera desenmascara a Félix Bautista, demostrando con documentos irrefutables, que el Director de la Oficicina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado utilizió la función pública para enriquecerse, queda al descubierto un entramado mafioso que apunta directamente hacia el Poder Ejecutivo, en la persona de Leonel Fernández.
La caída de Félix Bautista y Margarita Cedeño de Fernández, arrastrará inexorablemente a Leonel Fernández, y con su caída terminarán sus sueños de convertirse en un árbitro de la política mundial.
El triunvirato de la corrupción está navegando en un barco que está haciendo aguas, y si triunfa Hipólito Mejía, el capitán se hundirá junto al barco y su tripulación.
Por eso se armó "el complot" de Pepe y "la trama" en contra de Vargas. Y todos los que seguimos, junto a Juan Pablo Duarte, invocando a Dios como el norte de la patria, debemos prepararnos mentalmente para reaccionar con virilidad y enfrentar con coraje cívico el uso de la fuerza para quebrantar la voluntad popular.
¡VIVA LA REPÚBLICA DOMINICANA! ¡ CÁRCEL PARA LOS LADRONES!
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