sábado, 15 de febrero de 2014

DANILO AMANSÓ AL LEÓN


El Partido Leonelista Danilista (PLD) concluyó  su  VII Congreso,  en el cual incrementaron las matrículas de sus dos principales órganos de dirección: El Comité Central y la Comisión Política. El poderoso presidente del PLD, Leonel Fernández,  se tiró a la calle, empleándose a fondo en la promoción de sus candidatos, entre ellos su delfín y socio, Félix Bautista, quien estuvo a su lado cuando rugió en Puerto Plata, desafiante, anunciado que ya el león estaba en la arena.

Los analistas daban como un hecho la elección de Félix Bautista, actual Secretario de Organización del PLD, quien además de contar con el apoyo del presidente del partido tenía a su favor su propio trabajo, intenso y decisivo en las victorias electorales de su organización.

Todos los integrantes  del Comité Central que siguen las orientaciones  de Leonel Fernández sufragaron a favor del ingeniero Félix Bautista , y todos los que siguen a Danilo Medina votaron a favor de los danilistas. Félix apenas obtuvo los 222 votos de Leonel Fernández, mientras que los candidatos danilistas triunfadores  sobrepasaron los 390 sufragios. Uno de ellos obtuvo  398 votos. Leonel Fernández, con el rostro demudado por la incomodidad que le causó la inesperada y apabullante derrota, asumió con aparente estoicismo la dura realidad, o por lo menos guardó las apariencias para no discordar con la trascendencia del evento. Juramentó y felicitó a los ganadores.

Días antes, en una reunión de la Comisión Política, Leonel Fernández, astutamente, propuso la elaboración de una plancha común para ser sometida a la consideración del Comité Central; pero, Danilo, conocedor como nadie de la correlación de fuerzas a lo interno del partido, a sabiendas que contaba con una aplastante mayoría en el Comité Central,  le llevó la contraria.

Era la segunda derrota que le infligía a Fernández su parsimonioso adversario; la primera se la produjo en la base del partido, cuya militancia, semanas antes, había barrido a nivel nacional con los candidatos leonelistas. La tercera derrota, en el Comité Central, le puso la tapa al pomo… y provocó que Leonel Fernández perdiera los estribos y tronara, en un artículo que destila veneno, en contra de los seudo liderazgos políticos, efímeros como llamaradas de tuzas, que se apoyan en papelitos y prebendas. El común de los ciudadanos interpretó  los sollozos del ex presidente Fernández, como una velada alusión al uso de los recursos públicos en contra de sus seguidores.

 Los dardos no  podían tener otro blanco que no fuera  Danilo Medina, pues los gritos desaforados y estridentes  de leonelistas que mordieron el polvo de la derrota atribuían la misma al uso abusivo de los recursos del Estado por parte de los seguidores del Presidente de la República. El robo de urnas, el trastrueque de listados y la compra de votos fueron algunas de las anomalías denunciadas por los derrotados. No faltaron muertos y heridos.

La realidad es que del partido  pacientemente educado por el profesor Juan Bosch apenas queda el nombre, pues sus principios y su mística paulatinamente se  diluyeron tan pronto sus dirigentes saborearon las mieles del poder, y aunque sus principales dirigentes proclaman que en el PLD nadie ganó ni perdió, la percepción del público, incluyendo los peledeistas, es que la mayoría prefiere a Danilo Medina,y si sus correligionarios lo prefieren porque lo perciben como el nuevo patrón de la clientela política, simplemente es el resultado de la degradación política patrocinada por Leonel Fernández, quien no vaciló en el uso masivo de los recursos del Estado para mantenerse en el poder, y hasta para aplastar el desafío que le planteó Danilo Medina, a quien calificó como un serruchador de palos, en el 2004.

La egolatría de Leonel Fernández no resistió los triunfos de Danilo Medina, quien reaccionó al sorpresivo y artero ataque del ex presidente Fernández recordándole, sutilmente, lo improductiva y decepcionante que resultó su gestión de gobierno  debido al incumplimiento de sus promesas.

Danilo le acaba de manifestar, y es su respuesta  a las insinuaciones de Leonel, el presidente del PLD, que no le interesa ser líder y que no piensa en un segundo período. No obstante, resulta muy cuesta arriba, por ilógico, no asociar el control y dominio de los órganos del partido a la concreción de un proyecto político ambicioso, que para crecer y consolidarse, primeramente tiene que arrinconar a Leonel Fernández.

La estrategia de Danilo Medina, fríamente calculada, le está produciendo los frutos esperados; El omnipotente liderazgo  que ejercía Leonel Fernández en todas las estructuras y niveles del Partido de la Liberación Dominicana ha salido maltrecho de las primeras escaramuzas, y el rugido del león  ya  no asusta a nadie. Danilo Medina tiene al león agarrado por el rabo, y Leonel es demasiado sagaz e intuitivo para no darse cuenta que carece de fuerza para vencer el poder del Estado, y que su adversario, un zorro vestido de oveja, tiene la sartén por el mango, y la usará para golpearlo cada vez que sea necesario . El enfrentamiento Danilo-Leonel es irreversible, pues es lo que suele  suceder cada vez que en una organización política coexisten dos fuerzas  antagónicas poderosas . El enfrentamiento abierto entre Danilo y Leonel es  asunto de tiempo, y la oposición debe prepararse para cuando ocurra la hecatombe peledeista.

Así las cosas,  no es del todo descabellado aventurar que el PRD de Miguel Vargas, secuestrado para tales fines, sirva de refugio a la fiera herida, y que Leonel Fernández en las próximas elecciones per$uada y conforme   la mutual Fernández-Vargas, para culminar su extraordinaria carrera política como candidato presidencial del PRD y, como decimos en esta tierra, reírse con las muelas de atrás.

Tampoco resultaría extraño que el PLD post Leonel  pacte con las fuerzas políticas que se organicen en La Convergencia, pues la única inferencia lógica derivada de los resultados del congreso del PLD es que  Danilo Medina ha acumulado fuerzas para domesticar al león, y no le dará chance para levantar cabeza.
El momento  es único, irrepetible y subyugante. Vivirlo es un privilegio, y hay que seguir las peripecias con atención; la olla política  está hirviendo, repleta de ingredientes veleidosos… y cualquier cosa puede suceder. Como la juventud es nervio, pimienta y levadura, haría bien  en sentirse convocada y echar sus ingredientes en la paila, pues su futuro se está cociendo en esa olla, y su participación hace falta para que el guiso quede a punto.

Mientras tanto, aplaudamos los avances del Presidente Danilo Medina, pues sus triunfos son un avance para desarticular la estructura criminal que sirvió a Leonel Fernández para saquear al Estado Dominicano.




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