La horrorosa miseria que se abate sobre la mayoría de la población dominicana se manifiesta con toda su crudeza cada vez que llega la temporada ciclónica; de buenas a primeras nos despertamos con la realidad que no es posible ocultar con las estadísticas que hablan de crecimiento económico y reducción de la pobreza. ¡Mentiras!
Durante los ocho años que Leonel Fernández estuvo administrando la cosa pública, los recursos del Estado fueron invertidos o despilfarrados en función del interés y los caprichos de Leonel Fernández. En la construcción de obras públicas primó la búsqueda de beneficios personales, no la solución de necesidades comunitarias.
El Presidente Medina, por condescendencia, solidaridad partidaria y conveniencias políticas, ha preferido, hasta ahora, ocultar la realidad de las finanzas públicas. Su antecesor, según sus palabras, le dejó un maletín repleto de facturas por pagar. Suponemos que un día tendrá que hablar, pues de no hacerlo tendrá que cargar con muertos ajenos.
Medina estuvo en San José de Ocoa, y en la imagen que ilustra este artículo aparece rodeado de un grupo de ocoeños, de pie en el mismo lugar que en tres ocasiones estuvo Leonel Fernández, contemplando las salvajes y raudas aguas del río Ocoa pulverizar los aproches del puente Antonio Guzmán.
Ahora colapsa el mismo aproche. Esperamos que en el 2013 no corra la misma suerte.
Ciento cuatro millones de pesos "invirtió" el gobierno de Leonel Fernández para reparar el aproche del puente Antonio Guzmán que el gobierno de Danilo Medina Sánchez tendra que volver a reconstruir. El gobierno de Leonel fue tan inútilmente elegante, que encima del aproche, que queda en el mismo cauce del río Ocoa, construyó un parquecito, al que adornó con ocho palmas que se marchitaron antes de prender.
Por cosas así, y otras peores, muchos dominicanos esperamos que Leonel Fernández sea procesado por corrupto y prevaricador, y sancionado por lo menos con la INHABILITACIÓN PERMANENTE para ocupar cualquier cargo público.
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